Ubicado en Punta Mita, Nayarit, Rancho Higuera Blanca se emplaza sobre una colina intersectada por diversos escurrimientos pluviales que derivan en lagos interconectados, alimentando la vegetación y fauna nativa. Este desarrollo residencial de 28 viviendas, distribuidas en 9,000 m², integra diseño arquitectónico y sostenibilidad al respetar los ciclos del agua y la topografía original.

El restaurante panorámico, ubicado sobre una plataforma curva elaborada de mampostería local, genera un contraste visual y material con las villas, y a la vez se integra al sitio. Este diálogo entre lo curvo y lo lineal caracteriza el lenguaje arquitectónico del proyecto, reforzando la diversidad tipológica.

Las viviendas se plantean sobre pilotes, que elevan la estructura para minimizar el impacto en el terreno y permitir el flujo natural de la lluvia hacia los lagos. Sobre esta base, se erige una estructura de madera y acero que sostiene la plataforma donde se desarrollan los espacios habitables.

Rancho Higuera Blanca celebra la conexión entre arquitectura y medio ambiente, proponiendo un modelo residencial que prioriza la sustentabilidad, el respeto por el ecosistema y la experiencia de habitar en armonía con el paisaje.